Uno de mis logros más importantes de este viaje para mí fue una caminata sola de 17.5 km en el Parque Natural Aguas de Ramón, al este de la ciudad cerca de La Reina Alta. Las vistas eran increíbles, del destello de la nieve en los Andes y los altos cactus (más alto que yo) al Salto de Apoquindo de 25 m al fin del sendero. A cada curva me diría “¡Ay, que lindo!” Después de estar en Chile por unas semanas finalmente me encontraba pensando en castellano (con muchos chilenismos), que considero una señal importante de fluidez mejorando hablando una lengua extranjera. También hablé y pensé en inglés pero a menudo con un acento chileno – experimenté una inmersión lingüística muy profunda. También estoy agradecida por una inmersión cultural única – de verdad no hay un método mejor para entender una cultura que viajar allá. Se puede leer la poesía de Gabriela Mistral de casa, pero es mucho más especial cuando se ve que la inspiró en Valle de Elqui. Se puede aprender sobre los problemas de sostenibilidad en Chile en las noticias pero se siente mucho más impacto cuando se viaja por el país aprendiendo sobre los problemas de la gente trabajando para resolverlos acá. Se puede leer sobre toda la comida increíble de cada región y la naturaleza bella de Chile, pero es una experiencia única beber de un riachuelo con agua purísima de los Andes y pensar sobre el charquicán que se espera en el refrigerador cuando regrese. Este viaje fue muy especial para mí y estoy agradecida por la oportunidad de viajar al extranjero y experimentar una inmersión más profunda que yo podría imaginar.